Algunas precisiones sobre una nueva versión del SARS-CoV-2 que preocupa a autoridades sanitarias en todo el mundo. Conversamos con el epidemiólogo Edward Mezones Holguín.
De 199 muestras de coronavirus obtenidas durante las últimas semanas en Lima Metropolitana, 79 correspondieron a la variante P.1 o variante brasileña. En otras palabras, cerca del 40% de los pacientes estudiados estaban infectados con esta nueva versión del SARS-CoV-2, según informó el Ministerio de Salud el 24 de marzo.
Si bien el tamaño y la distribución de la muestra no son suficientes para considerarla representativa, esta y los antecedentes conocidos sobre esta variante bastan para redoblar la alerta en el país.
Pero, ¿qué sabemos hasta el momento de esta variante? Para aclarar algunas dudas, conversamos con el médico y epidemiólogo Edward Mezones Holguín.
Mezones es, además, miembro del Comité Nacional de Investigación Científica del Colegio Médico del Perú, catedrático de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas e investigador de la Universidad San Ignacio de Loyola.
NUEVAS VARIANTES
Como hemos explicado en este artículo de diciembre del 2020, cada vez que un virus se copia a sí mismo, su material genético puede cambiar al azar. Cada uno de estos cambios es una mutación y, cuando se acumulan las suficientes para producir modificaciones sustanciales en el ARN del virus, estamos ante una nueva variante.
Existen miles y la mayoría no tiene consecuencias sobre las poblaciones afectadas; sin embargo, algunas son consideradas variantes de preocupación (VOC por sus siglas en inglés).
“Uno de los factores que influyen en la aparición de nuevas variantes es la transmisión del virus. Mientras más se transmite, más se replica y es más probable que aparezcan”, comenta Mezones.
Es por ello que Manaos (Brasil) donde se calcula que tres cuartas partes de la población fue infectada durante la primera ola, fue el escenario ideal para el nacimiento de la variante P.1.
PREOCUPACIÓN
“La variante amazónica reúne ciertas características que han llevado al Centro de Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) de Estados Unidos a considerarla una VOC. Solo cinco han alcanzado esta categoría”, señala.
Así, la variante P.1 se suma a la B.117, descubierta en el Reino Unido, y la B.351, proveniente de Sudáfrica, las que han tenido mayor circulación en el mundo y han desencadenado nuevas olas de coronavirus en los entornos donde se propagaron.
En el siguiente enlace del CDC podrá ver el listado completo de VOC y más detalles sobre las variantes y sus clasificaciones.
MÁS TRANSMISIBLE
Una de las características determinantes para ser que la P.1 sea considerada una VOC, es su mayor transmisibilidad.
“Se estima que es entre 2 y 2.5 veces más transmisible que las variantes promedio. A esta le es mucho más fácil ingresar a las células y, en consecuencia, replicarse”, refiere Mezones.
Esto se debe a la mutación N501Y, también presente en las variantes británica y sudafricana. Esta modifica la espícula, la parte que le permite al virus acoplarse a la célula.
“Antes se necesitaban muchas puertas en la célula para que el virus pueda ingresar. Ahora no hacen falta tantas porque ha mejorado la llave maestra, la espícula”, explica el especialista.
La mutación incluso le habría dado mayor capacidad para infectar a personas más jóvenes. “Los receptores ACE2, proteínas presentes en nuestras células que funcionan como enlaces o puertas para la espícula del Sars-CoV-2, se incrementan en número conforme envejecemos. Por esta razón el Covid-19 era más frecuente en edades más avanzadas. Ahora, en cambio, vemos muchos casos en gente joven que no fue afectada por las primeras versiones del virus”, advierte.
En el presente artículo publicado en la revista Science podrá encontrar detalles sobre la relación entre los receptores ACE2 y el Sars-CoV-2.
LETALIDAD
Quizás el dato más preocupante sea el número de muertes asociadas al Covid-19; sin embargo, el aumento no se debería a un aumento de la severidad de la enfermedad (aún se investiga al respecto), sino a su mayor transmisibilidad.
“No existe evidencia de que la variante P.1 sea más letal, pero al ser más contagiosa colapsa los sistemas de salud que se estaban preparando para la primera versión del virus y el volumen de pacientes que implicaba. Este colapso sí aumenta la mortalidad”, señala Mezones basado en las investigaciones del instituto Fiocruz de Brasil.
ESCAPE INMUNOLÓGICO
Otro motivo de preocupación es el posible escape inmunológico, asociado a la mutación E484K, que podría afectar la respuesta de los anticuerpos.
“Cuando una persona tiene una infección, el sistema inmunológico, a través de varios mecanismos, puede memorizar qué le hizo daño, y responder a tiempo cuando el patógeno vuelve a aparecer.
“Sin embargo, los cambios que se dan en el virus pueden provocar que escape al reconocimiento del sistema inmune y reinfectar al paciente”, agrega.
Cabe señalar que dichos casos aún son escasos y que, como ocurre con gran parte de la información científica producida alrededor del coronavirus, se trata solo de aproximaciones al conocimiento certero.
VACUNAS
Si la proteína espícula ha cambiado tanto, ¿las vacunas dejarán de funcionar?
Si bien la efectividad de las vacunas ante las nuevas variantes todavía es objeto de investigaciones, los especialistas adelantan que seguirán siendo útiles para enfrentar la pandemia.
“La información que tenemos ahora corresponde a estudios que enfrentan a los anticuerpos neutralizantes y las nuevas variantes para observar si su acción es distinta. Los resultados preliminares de Pfizer y Moderna indican que no habría una diferencia significativa ante la presencia de la variable brasileña. Cabe señalar que son datos que aún no se han comprobado en estudios clínicos, con pacientes reales, que sí arrojan cifras de la eficacia de las vacunas.
“Por otro lado, debemos considerar que las vacunas para virus respiratorios suelen ser temporales. Estamos ante una primera generación de vacunas, luego vendrán otras mucho más efectivas porque conocemos mucho mejor al Sars-Cov-2”, señala el especialista.
MASCARILLAS
En lo que nos atañe como población general, quizás la medida más importante frente a la nueva variable esté ligada al uso de mascarillas.
“Hoy sabemos que la principal fuente de transmisión son los aerosoles, por eso el uso de las mascarillas es muy importante. Con las nuevas variantes y la mayor transmisibilidad, la sugerencia de los expertos es usar dos mascarillas quirúrgicas simples o cambiarlas por respiradores como KN95, N95 o FPP2”, recomienda Mezones.
La información científica sobre el coronavirus es abundante, está en constante corrección y actualización, y muchas veces es tratada con escasa precisión cuando se comunica masivamente. Por ello es importante mantener la calma ante las olas alarmistas y no bajar la guardia: mascarillas, higiene, ventilación y distanciamiento social son imprescindibles para enfrentar la pandemia.
Artículo de divulgación científica elaborado gracias al apoyo del Programa de Responsabilidad Social Universitaria (RSU-UNI) a través de su eje de apoyo a la investigación.