Cuando la vacuna anunciaba el fin de la pandemia, el desasosiego volvió a instalarse a causa de una nueva versión del SARS-CoV-2. Aprendamos juntos sobre las mutaciones de los virus y qué tan preocupante es esta nueva variante.
Cuando la aplicación de la vacuna comenzaba a ilusionar al mundo entero con el fin de la pandemia, Boris Johnson, el primer ministro de Reino Unido, encendió las alarmas el 19 de diciembre: una nueva variante del coronavirus había aparecido y sería responsable de un significativo incremento de los casos en Londres y el sur de Inglaterra.
Según Johnson y su ministro de salud, esta variante del virus parecía ser “70% más transmisible” y estaba “fuera de control”.
Las medidas restrictivas se endurecieron, el tránsito hacia y desde el Reino Unido comenzó a limitarse, y en nuestro país, dos días después del anuncio de Johnson, se suspendieron temporalmente todos los vuelos que conectan al Perú y Europa.
Estas medidas preventivas y el tratamiento poco preciso de la información puede provocar interrogantes. ¿El 2021 será peor que el 2020? Vamos desde el comienzo.
VIRUS
Los virus son, básicamente, código genético dentro de una diminuta cápsula de proteínas que, en el caso del SARS-CoV-2, mide entre 60 y 140 nanómetros. Para tener una referencia, si pusiéramos 10 mil copias del coronavirus de 100 nanómetros una detrás de otra, la fila tendría un milímetro de largo.
En algunos casos, esta cápsula está envuelta por lípidos y más proteínas. Esta es una de las cualidades del coronavirus y ha sido crucial para su propagación.
Aunque se debate si es preciso señalar que tengan vida, los virus comparten una de las características más importantes de organismos y microorganismos: se multiplican. Para hacerlo necesitan de células vivas como las nuestras, que usan para copiarse a sí mismos. Al reproducirse dentro de nosotros pueden causar enfermedades tan leves como una gripe u otras potencialmente mortales como el Ébola. El espectro es amplio y diverso.
MUTACIONES
Cada vez que un virus se copia a sí mismo, su material genético puede sufrir cambios al azar. Estos, considerados errores de copia, producen las mutaciones. La mayoría no tienen consecuencias; otras afectan positiva o negativamente la capacidad del virus para sobrevivir.
En algunos casos estas mutaciones les dan ventajas evolutivas como la posibilidad de infectar a células de especies distintas. Fue así como el coronavirus pasó de los murciélagos a los humanos, por ejemplo.
Las mutaciones ocurren también en la genética de todos los organismos y microorganismos. No son visibles en nuestra especie debido al tiempo que toman en aparecer y repetirse de manera significativa, pero los virus son distintos: en un par de días pueden reproducirse en proporciones equivalentes a cientos de generaciones de humanos.
NUEVA VARIANTE
La nueva variante del SARS-CoV-2, llamada VUI–202012/01 o linaje B.1.1.7, es una de miles identificadas a lo largo del 2020. Esta acumula numerosas mutaciones que la diferencian del virus “original”. El análisis inicial identificó 17 alteraciones potencialmente importantes.
Se sospecha que el virus alcanzó dicho estado luego de sobrevivir por largo tiempo en el cuerpo de un infectado con un sistema inmune deficiente. Esto le habría dado la oportunidad de acumular un mayor número de mutaciones hasta la aparición de una que mejorara su capacidad para reproducirse.
Mencionamos previamente que el coronavirus está cubierto por lípidos y proteínas. Las proteínas espiga (que sobresalen de la forma esférica del SARS-CoV-2, remitiendo a la silueta de una corona) son las que permiten el acople del virus a la célula.
Una de las 17 mutaciones identificadas, llamada N501Y, altera precisamente la punta de estas proteínas y las haría más eficientes en dicha función. De ser así, esta mutación del virus podría reproducirse más rápido y/o en mayor número.
ALARMA
Se trata de una posibilidad, no hay evidencia concluyente, y la capacidad de reproducirse dentro de un infectado no está necesariamente ligada a la de transmitirse entre humanos. El aumento de casos de Covid19 en Reino Unido podría estar relacionado a la nueva variante—y es la razón de las medidas preventivas en todo el mundo—, pero también podría deberse al relajo de las medidas de distanciamiento social en dicho país.
Los datos aun son insuficientes y es prácticamente imposible desarrollar experimentos que separen ambas variables (capacidad del virus para reproducirse / restricciones sociales) en corto tiempo.
Asimismo, el posible aumento de la habilidad del SARS-CoV-2 para reproducirse no implica mayor nocividad. De hecho, las variaciones más peligrosas para nuestra salud tienden a desaparecer en el largo plazo. Aquellos virus que no son percibidos por sus portadores tendrán más posibilidades de propagarse entre humanos y hacerse comunes; mientras que aquellos que provoquen síntomas severos o incluso la muerte de su víctima, tenderán a desaparecer por el aislamiento de sus portadores y la imposibilidad de reproducirse en células muertas.
Respecto a la efectividad de las vacunas ante esta nueva variante, Pfizer/Biotech, y otros laboratorios han señalado que sus productos serán igualmente efectivos y hace falta la aparición de mutaciones más importantes para que esta situación cambie. Si así sucediese, la creación de una nueva tomaría poco tiempo, como ocurre cada año con las vacunas para evitar la influenza.
Finalmente, de ser ciertas las sospechas sobre la nueva cepa, las medidas para evitar su propagación son las mismas que se han tomado durante toda la pandemia: higiene, mascarillas y distanciamiento social. Por ello es fundamental no bajar la guardia y evitar fuentes de información dudosas.
Artículo de divulgación científica elaborado gracias al apoyo del Programa de Responsabilidad Social Universitaria (RSU-UNI) a través de su eje de apoyo a la investigación.
oh, señores el articulo me parece muy interesante. sin embargo, me precopa que no señale la fuente.
Hola, Alberto. Toda la información fue obtenida de la OMS.